Aprender un idioma es mucho más que memorizar palabras o traducir frases. Es sumergirse en una nueva forma de pensar, de comprender el mundo y de comunicarse con confianza. En Kasinski, lo sabemos muy bien. Por eso, nuestro objetivo principal es que los niños, desde sus primeros años, aprendan a pensar en inglés de manera natural. Pero… ¿por qué es tan importante?
1. El cerebro de los niños está preparado para ello
La teoría del innatismo de Noam Chomsky demuestra que los niños nacen con una capacidad natural para adquirir las reglas del lenguaje. Esto significa que, cuanto antes empiecen a escuchar y usar un segundo idioma, más fácil y natural será el proceso. En lugar de traducir, los niños aprenden a construir frases y a entender estructuras directamente en inglés, igual que lo harían con su lengua materna.
2. Mejora la comprensión y la agilidad mental
Pensar en inglés desde pequeños favorece la plasticidad cerebral, estimula el pensamiento crítico y la resolución de problemas. Los niños se vuelven más ágiles mentalmente, capaces de adaptarse a diferentes situaciones comunicativas y de entender matices que van más allá de las palabras.
3. Aumenta la confianza y la fluidez
Cuando los niños interiorizan un idioma y no dependen de la traducción, ganan seguridad. En Kasinski, los alumnos hablan exclusivamente en inglés desde el primer momento, lo que les ayuda a soltarse, a expresarse sin miedo al error y a disfrutar del aprendizaje. La fluidez no se fuerza, se construye poco a poco a partir de experiencias significativas.
4. Facilita la lectura y la escritura en inglés
Gracias a nuestro sistema fonético único y patentado, los alumnos comienzan a leer y escribir en inglés a edades muy tempranas. Comprenden la relación entre sonidos y grafemas y son capaces de formar palabras y frases de manera autónoma. Este proceso no solo acelera el aprendizaje, sino que lo convierte en algo divertido y motivador.
5. Es una inversión para toda la vida
Dominar un segundo idioma desde pequeño abre puertas a nivel académico, profesional y personal. La capacidad de pensar y comunicarse en inglés con naturalidad es una habilidad que acompañará a los niños toda la vida y les permitirá enfrentarse a nuevos retos con seguridad y éxito.